Piensa en las ofertas de televisión a la carta donde pagas una cuota mensual por tener acceso a series y películas. O en los periódicos digitales, utilización de programas como MS Office. También en las ofertas que recibes de empresas automovilísticas o de empresas de renting de impresoras. Son solo unos ejemplos de la marea que se aproxima. (más…)
Es un concepto que nos impregna sin que todavía seamos conscientes del impacto que tendrá en nuestra vida cotidiana.
El internet de las cosas (IoT es su acrónimo en inglés), se está convirtiendo rápidamente en motivo de conversación tanto en el trabajo como fuera de él. Es un concepto que no sólo puede impactar en nuestra forma de vida, sino también la forma en que trabajamos. ¿Qué es exactamente el internet de las cosas y qué impacto va a tener en nosotros, si es que va a tener alguno? Existen muchos matices alrededor del concepto de internet de las cosas pero vamos a atenernos a lo básico.
Los proyectos de diseño de interiores que no terminan bien tienen algo en común: un fracaso de visualización. Pueden fallar a la hora de convencerte sobre lo que quieres, y abandonarás el proyecto, o al final la realidad no se corresponde con tu fantasía, con lo que vivirás con el remordimiento de “lo que debiste pedir” y terminas gastando una fortuna para adaptarlo a lo que deseabas.
Solo se puede afirmar que una tecnología triunfa cuando se utiliza de forma cotidiana sin que nos demos cuenta. Eso es lo que está ocurriendo con tecnologías disruptivas como la realidad virtual y el internet de las cosas.
La adaptación de la tecnología digital a través de los productos, desde vestirse hasta hacer café, está lentamente remodelando lo que los consumidores esperan de las marcas y las experiencias relacionadas con las mismas. Presentamos el ejemplo de Nespresso, de cómo el “Internet de las cosas” crea no sólo nuevos comportamientos en el consumidor sino también nuevos flujos de ingresos.
Caminamos hacia un mundo donde las cosas adivinarán nuestros deseos y nos será difícil diferenciar lo real de lo virtual. Todavía nos tenemos que poner unas gafas aparatosas, pero en el futuro es posible que podamos tenerlas integradas en las lentillas.